El Ombligo del Cielo de Rafael Courtoisie

Llueve a mares, tuve que ir tempranísimo a ese templo de la modernidad líquida, a ese templo del consumo que es un shopping. Esas son las CATEDRALES de la era contemporánea, allí las pequeñas capillas a los santos laicos, las marcas: Zara, Bookshop, Arrow, Tienda Inglesa....
Fue en esta última , en uno de sus altares, hoy miércoles de tormenta, tempranísimo, que vi que la pila de EL OMBLIGO DEL CIELO había bajado notoriamente, aunque hay siempre suficientes ejemplares. Yo no había tenido la precaución de tomar un carrito, de modo que tenía dos lechugas crespas en cada mano, medio kilo de gnocchi de espinaca (es 29, y los rituales son sagrados, por eso son rituales) y una pilas alcalinas doble AA, para un reloj que igual va a atrasar siempre con respecto a mis sueños, lo que sueño siempre va un paso más adelante de cada hora que, renga, sigue de atrás lo que deseo, lo que amo.
Bueh, ahí, estaban, entre bombones Ferrero Rocher, pantallas gigantes, entre refrigeradores inmensos como ataúdes blancos de dos puertas (te descuentan un vintén si pagás con tarjeta!!!) y máscaras y disfraces de Halloween, ahí estaban esos ejemplares de EL OMBLIGO DEL CIELO...."todo es mercancía" escribió una vez el tío Carlitos. ¿Se acuerdan del tío Carlitos, el que se parece a Papa Noel, pero no en Navidad?
Miré las lechugas crespas en cada mano, frescas, me pareció que se ponían alegres de golpe. Miré el paquete de gnocchi verdes de espinacas, parecían capullos de gusanitos de morera, a su tiempo, con la moneda bajo el plato, se van a convertir en una maravilla de seda comestible.
Miré los libros, estaban más abajo que los de auto ayuda, al costado de una enciclopedia de recetas sin glutén, un poco por encima de un libro de Feng Zui. La oferta es vasta, hay libros de todos los colores, libros que ayudan a hacer negocios, libros que aumentan la libido, libros que explican como ser exitoso en los negocios, libros que revelan el secreto de las pestañas ultra largas y los pechos erguidos.
Si van a consumir, si van a comprar un pollo al spiedo, algo marca Samsung, una depiladora eléctrica, llévense también una de estas novelas: la tarde es gris y llueve tanto. Ningún electrodoméstico ni máscara de Halloween les va a a hacer cosquillas en la panza del alma.
Ojalá que este libro sí, y comprarlo a fines de octubre principios de noviembre y obsequiárselo a una mujer con la que uno simpatiza, acarrea felicidad y gratitud eternas.
En comparación con un i pone, vale unas monedas. Y no necesita cargador.
Feliz lectura de miércoles.
feliz lectura del resto de la semana.


Rafael Courtoisie
El Ombligo del Cielo. Rafael Courtoisie
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